La tecnología como escenario en las aulas

La especialista Corina Rogovsky, coordinadora pedagógica de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías del PENT, brindó una charla sobre "Innovación pedagógica con tecnología" en el cierre del ciclo “Enseñar hoy. Niños, niñas y jóvenes protagonistas: la tecnología como escenario” de la Escuela de Maestros del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante la exposición, la investigadora destacó que “la innovación implica pensar cosas nuevas, en términos pedagógicos, y en interacción constante con la tecnología”. Y sumó: “Tenemos que entender a la tecnología como un territorio donde desplegamos nuestra actividad profesional e interactuamos con nuestros estudiantes. Significa pensar, también, en clases originales con diseño de autoría, en un ir y venir con las diferentes tecnologías”.

Corina señaló cuatro ideas pilares para pensar en la innovación en clases: inmersión, configuraciones espaciales, Estrategias didácticas lúdicas y colaboración.

“Las tecnologías inmersivas nos proponen vinculaciones distintas con el entorno. Accedemos a realidades virtuales, mixtas, aumentadas; son tecnologías que nos permiten articular con distintas experiencias. ¿Habitamos la tecnología o la tecnología nos habita?” preguntó al público.

Respecto a cómo generar experiencias inmersivas en las aulas, Corina expresó que es posible “apelar a los sentidos con formatos múltiples y variados, como los podcasts, trabajar realidades mixtas, que combinen la realidad física con capas de realidad aumentada, promover relatos que interpelen, acercar historias que atrapen desde las particularidades de los personajes y usar las instalaciones de un lugar como  escenarios lúdicos que inviten a desarrollar la creatividad”.

Frente al potencial creativo de la inteligencia colectiva, la especialista llamó a reflexionar sobre qué entendemos por colaboración, qué buscamos en aulas colaborativas y qué habilidades ponemos en juego al proponerles a los estudiantes trabajar de esta manera.

“Contamos con aplicaciones que nos permiten acompañar procesos de trabajo colaborativo, generar acuerdos y diálogos, y brindar feedback para retroalimentar. Nuestras propuestas de interacción tienen que promover los intercambios, la realización de aportes, la escucha receptiva, la negociación de sentidos, habilidades complejas que nos desafían y no siempre abordamos. Es importante preguntarnos si trabajamos de manera colaborativa con otros docentes, si formamos parte de redes donde compartir nuestras prácticas, redes de conocimiento con colegas donde podamos explorar y ensayar tendencias”, concluyó.
 

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