Es casi diciembre, y además de los panes dulces que invaden las estanterías de los supermercados, otra característica de este mes, es que toda la producción cultural pareciera replegarse sobre si misma durante este mes. Es el mes de "lo mejor de" y entramos en este loop temporal que nos hace repetir parte del camino recorrido durante el año.
Para no ser menos y estar acorde a la época voy a proponer un escrito que me pidieron para el anuario canalAR a principios del año 2006. Lo encontré por casualidad buscando otro archivo y me pareció que aunque de vueltas sobre muchas de las ideas sobre las que escribo, tiene algunas ideas fuertes que merecen la pena de rescatarse como la de "llevar la escuela a la red" y la de que "los entornos en línea no son ni réplicas ni imitaciones de las aulas tradicionales".
Espero que sea un refrito interesante.
Refrito starting ...
HACIA UN 2010 LIBRE DE VIRTUALIDAD
Inicio del 2006, más cerca del 2010 que del soñado y emblemático 2000. Nuestras fantasías e iconografías sobre el futuro de la educación, no parecen haberse transformado. La "vieja" computadora sigue estando allí, ronroneante a la espera. ¿Nos hemos quedado sin utopías para el 2010? ¿Qué podemos y debemos esperar que cambie en la educación en los próximos años?
Mencionar como las TIC permean y transforman las actividades profesionales y personales es un lugar común, y el significado parece disolverse, hasta convertirse casi en un cliché. Pero las innovaciones actuales, tal vez, más sutiles y silenciosas, poseen tanto o más poder de transformación que las de los años anteriores.
La idea de web 2.0, indica como La Red se convierte cada vez más en un espacio de colaboración, en la cual las aplicaciones abiertas invitan a la colaboración, conformando una verdadera arquitectura de la participación: los contenidos cobran forma a partir de la interacción entre pares: folksonomías, software social, comunidades, wikis y blogs, etiquetas y bookmark sociales entre otras, son las nuevas herramientas que dan cuenta de las nuevas formas de participación, de diálogo y de construcción de conocimiento en red
El entramado de las interacciones, sustentado en las TIC va dando forma a la Sociedad de Redes, y en este proceso de apertura y de despliegue, la inteligencia humana ya no queda confinada a ser una mentalidad cartesiana (Clark 2003, Hakkarainen 2004.) autocontenida y aislada en cada individuo, sino que se transforma en una inteligencia distribuida vinculada a los demás, amplificándose a través de las tecnologías (Rheingold, Perkins, Levy). Actuar de manera inteligente significa poder ponernos en contacto con otros, de interactuar en redes, de utilizar la tecnología para generar conocimiento. Aprender es también un proceso de creación de redes (Connectivismo Siemens 2004).
Es así que el aula, deja de ser el entorno de enseñanza por excelencia. La Red se propone como un entorno de enseñanza y aprendizaje, un canal de comunicación, un lugar de encuentro. No se trata de un espacio virtual, etéreo, intangible. Se trata de un espacio concreto, real, que permite verdadera interacción y dialogo, facilitando la construcción de redes. El espacio de enseñanza en línea no es un reflejo metafórico, ni un holograma, ni una copia de lo que sucede en un aula tradicional. Es un espacio con su modalidad propia, herramientas y potencialidades diferentes, donde se conjugan, el contacto y la posibilidad de manipulación de la información, la interacción entre pares, la intervención docente, la planeación didáctica, y la formación de comunidades. Por ello sería más apropiado hablar de enseñanza en línea, o de entornos de enseñanza en línea en lugar de "virtuales" que parece hacer mención a aquello que no está o que se quiere imitar: el aula tradicional. Los procesos educativos y formativos en línea se desprenden de la sombra de la educación a distancia, se erigen como un campo en si mismo; el entorno en línea es un espacio de formación de redes más que una solución tecnológica para suplantar la distancia entre profesor y alumnos.
Los desafíos son incesantes, no basta con poner las computadoras en las escuelas, no con organizar cursos de capacitación docente, es necesario formar profesionales, usuarios intensivos y críticos de las TIC, que sean capaces de fluir entre estrategias de enseñanza en situaciones presenciales y situaciones en línea, combinado y conjugando ambos entornos. Se trata de "llevar la escuela a la red" más que llevar "la red a la escuela". La brecha digital no pasa solo por la posibilidad de acceso a las tecnologías sino también por la capacidad y habilidad de utilizarlas de manera significativa. ¡Que desaparezca la virtualidad y que se desarrollen los entornos de enseñanza en línea!
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