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La vivencia de aprender en línea: angustia, diversión, construcción y deconstrucción

Propuestas 16 de Noviembre de 2015

La vivencia de aprender en línea: angustia, diversión, construcción y deconstrucción

Tras su paso por la Especialización en Educación y Nuevas Tecnologías del PENT-Flacso Argentina, Juan Domingo Martínez nos cuenta su experiencia sobre la construcción de conocimiento en los dos años de posgrado. Nos acerca a sus miedos iniciales y sus descubrimientos, su transitar por el trabajo colaborativo, sus preguntas acerca de las evaluaciones y el seguimiento de los docentes-tutores, y reflexiona sobre la experiencia en relación al trabajo docente con sus propios alumnos. ¿Cómo toma significatividad la teoría cuando es acompañada con el hacer? ¿De qué se trata vivir una experiencia de construcción social del conocimiento?

¡Los invitamos a sumergirse en el relato de Juan Domingo!

 

La enseñanza del oficio, por Juan Domingo Martínez

Enseñar no es fácil y aún se hace más complicado, pero no imposible, cuando el proceso de enseñanza y aprendizaje toma lugar en la virtualidad. Fueron durante dos años de arduo trabajo en los cuales pude vivenciar qué significa aprender en línea, en donde la construcción del conocimiento tomó vida y dejó de ser un simple documento de profesorado.

Comencé con algo de desconfianza la Especialización en Educación y Nuevas Tecnologías en FLACSO. Durante el  primer año cursaría la Diplomatura en Ciencias Sociales con mención en Educación y Nuevas Tecnologías, para luego poder continuar la especialización en un segundo año. Fueron dos años de un trabajo intenso en donde se vivieron angustias, alegrías y se hicieron amistades que, luego de 6 años, hoy todavía perduran.

Fue algo complicado ingresar a la primera aula virtual, en donde debíamos presentarnos por primera vez. Eran muchos docentes de todas partes de Latinoamérica, pero la primera introducción fue bastante amena. Fue mi primera experiencia virtual en una carrera, era un camino a transitar en donde no solamente sentía ansiedad, sino que también incertidumbre del cómo sería, si no tendríamos evaluaciones presenciales, y me preguntaba como se asegurarían los docentes que uno sabía. Muchos hoy tienen desconfianza a estos espacios virtuales y no lo consideran como un espacio en donde la educación de calidad existe.

Las actividades fueron variadas, las lecturas a toneladas durante las semanas. Teníamos como límite 7 días y los foros se cerraban. Fueron madrugadas completas en las cuales los foros cerraban, y las horas del día no eran suficientes, tanto en el trabajo individual como en el grupal, existían problemas de tiempo, a pesar de la flexibilidad que tienen los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA), que si bien nos dan la oportunidad de poder estudiar sin asistir a clase, el tirano es el tiempo, el cual nos dice hasta aquí llegaste. Aunque se respetaron nuestras trayectorias como estudiantes por momentos.

La primer desilusión aparece y esto es cuando se debía realizar un trabajo en forma colaborativa con compañeros de la especialización. En el documento se tenía que realizar un resumen sobre lo que significa la educación virtual, si mi memoria no me falla. La ansiedad me ganaba y en ese momento comienzo a escribir lo que me llevó una carilla y dos horas de trabajo. Contento con mi participación, me retiro a dormir. A la mañana siguiente ingreso para ver qué había pasado con mi escrito y para mi sorpresa sólo veo tres renglones y nada de lo que había aportado estaba, sólo existían 3 renglones. Ese fue mi primer desencanto en lo que refiere a la virtualidad. Me decía a mí mismo “yo no escribo más, hay gente que sabe más que yo”.

Pero era necesario atravesar esta experiencia, de lo contrario cómo podría luego enseñar algo que uno nunca experimentó anteriormente. La teoría es genial sobre la construcción del conocimiento social, pero vivirla es mucho mejor. Tal como me ocurrió , también le pasará a mis futuros alumnos que transiten estos escenarios. Sentirán bronca, miedos, desánimo, pero deberé estar para acompañarlos como lo hicieron mis dos tutoras que hoy aprecio mucho, más allá de la relación alumno-docente.
Otros alumnos ante el respeto de no tocar lo que escribió el otro, evitará tocar el texto y agregará a los ya escrito, pero ahí se perderá la visión de lo que es trabajar en forma colaborativa, muy diferente a lo que implica trabajar en forma cooperativa. Experiencia que debe ser vivida, para luego poder transmitir y llevar a alumnos de entornos virtuales a trabajar adecuadamente en estos espacios.

Si bien al principio la experiencia me hizo sentir molesto, luego de tres o cuatro trabajos como estos, en donde todos escribimos un mismo texto, pude comprender al final del tercero o cuarto que, si bien mis palabras fueron borradas en un principio, mis ideas permanecieron a lo largo de todo el texto y fueron mejoradas a partir del trabajo de otros. Casi sin darme cuenta comencé a transitar un camino al cual hoy considero más que necesario para construir conocimiento y crecer profesionalmente.

Incorporé a través de la experiencia, a través del hacer, y la observación una nueva manera de aprender/adquirir, dejando de lado por completo lo memorístico. A partir de esta forma de trabajo es que pude ver con claridad lo que realmente sucede en la Red cuando se habla de construir conocimiento junto al otro, y también vivencié la Teoría del Andamiaje de Vygotsky que tanto habíamos estudiado en el profesorado, pero no demostrado o experimentado como futuro docente.

Considero que la teoría es necesaria, pero la misma debe ir acompañada con el hacer, para que realmente tome significatividad. Observo muchas veces que grandes pedagogos nos hablan, o vienen documentos desde el  Ministerio de Educación, en donde la cantidad de material construido por otros es espectacular. Pero nadie se ha interesado, o no se verá, en la forma en la cual el docente pueda vivenciar esas nuevas formas de evaluar, esas formas de integrar TIC y/o construcción del conocimiento. Creo que muchas veces se y nos olvidan/olvidamos que los docentes también tienen sus tiempos, y que es necesario trabajar de la misma manera que se quiere que se trabaje con los alumnos.

La experiencia en FLACSO, en la especialización en Educación y TIC, no solamente me dio la oportunidad de abordar toda esa teoría que se transformó en acción, sino que también el trato de los tutores y la forma de comunicarse fueron ejemplo vivo del trabajo en estos entornos. Las relaciones vinculares que se construyeron en ese espacio hizo que al finalizar esos dos años, volviera al aula virtual un año después, en donde pasamos angustias, nos divertimos y construimos/deconstruimos conceptos. Fue un volver desolador y sentir las aulas vacías, en donde ya no había nadie esperándonos, sentí soledad y tristeza por no pertenecer más a ese espacio, a ese lugar.

Muchos dicen que la virtualidad aísla, que relacionarse no es posible, pero vivencié todo lo contrario, y hasta el momento no he vivido otra experiencia como esta, en donde mi corazón sentía tristeza al alejarse de esa propuesta EVA. Espero en un futuro no muy lejano, volver a experimentar esos aprendizajes significativos, en donde el celo profesional no existía y primaba el compartir y ayudarse el uno al otro, algo que hoy no veo en los niveles de Esquel.

Para concluir puedo decir que lo que se cumplió en esta instancia de capacitación virtual, es lo siguiente:

- Propósito de que los alumnos consoliden, integren y amplíen, las capacidades y saberes que se corresponden con el perfil profesional en el que se están formando, desarrolladas dentro de la escuela.

- Familiarizar e introducir a los estudiantes en los procesos y el ejercicio profesional vigentes para lo cual utilizan un variado tipo de estrategias didácticas ligadas a la dinámica profesional.

- Enfrentar al alumno a situaciones de incertidumbre, singularidad y conflicto de valores.

- Posibilitar la integración de capacidades profesionales significativas y facilitar desde la institución educativa su transferibilidad a las distintas situaciones y contextos.

- Diseño de proyectos para responder a necesidades o problemáticas puntuales de la localidad o la región.

Si bien lo vivenciado no fue una práctica profesionalizante, me demostró lo que implica aprender en línea. Fue una experiencia que no sólo puede ser transferida a estos espacios de la virtualidad, sino que también a nuestras clases presenciales. Estaré eternamente agradecido a mis dos tutoras Corina Rogovsky y Mónica Trech.   

Más información sobre el Diploma y la Especialización
http://www.pent.org.ar/diploma

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