¡La educación accesible en línea es posible!

Con esta frase que decidimos titular la nota, resumió su experiencia en el Diploma Superior Mauro Soto, un estudiante con discapacidad visual que forma parte de la cohorte 14. Desde el momento en que él  y Walter Sueldo, un estudiante con disminución auditiva, se presentaron en la primera semana de cursada, comenzó un trabajo contrarreloj para volver los contenidos del posgrado accesibles a medida de que ellos avanzaban con el recorrido. “Había que llegar 24 horas antes de que se abrieran los contenidos de cada módulo”, cuenta Valeria Odetti, Coordinadora Pedagógica del Diploma.   

Mauro ingresó con una beca de CILSA, una organización que promueve la inclusión. “Fueron muchas personas y sus buenas prácticas las que me ayudaron a transitarlo, así como un acompañamiento institucional excelente. Desde el primer día en el que les comenté a mis tutores y a los coordinadores de la diplomatura que tenía una discapacidad visual, me acompañaron en todo momento para que la experiencia de aprender fuera más que agradable”, cuenta Mauro.

Se realizó un trabajo de accesibilidad integral con el tratamiento de imágenes, que tienen que ser subidas a la plataforma de un modo particular para ser leídas por lectores de pantalla, y con subtitulado de videos para tornarlos accesibles para alumnos con disminución auditiva. También se modificaron las actividades para que puedan ser realizadas por todos sin necesidad de consignas diferenciales.

“Se optó por subtitular los videos en lugar de incorporar lengua de señas porque no hay una lengua de señas universal, sino que son siempre nacionales. Entonces los subtítulos permitían que cualquier persona con discapacidad auditiva que decidiera cursar el posgrado, pudiera acceder a los contenidos sin importar el país de procedencia”, explica Valeria.

Que los sitios y aulas virtuales sean accesibles significa que cualquier persona que esté en condiciones de cursar el posgrado pueda acceder a los contenidos y a las dinámicas de las actividades, independientemente de tener o no alguna discapacidad. En este proceso de cambio fue muy importante la retroalimentación de los estudiantes para poder realizar los ajustes que hicieran falta. Los tutores eran el punto de comunicación con los alumnos, quienes registraban si el alumno estaba cómodo, si tenía algún problema o necesidad y lo comunicaban al equipo de contenidos para que se pudiera realizar el cambio.

“Me he sentido en un grupo de amigos, donde todos nos ayudamos, donde el respeto estuvo a lo largo de todo el proceso. Lo interesante de la FLACSO es la manera tan cordial de los tutores, siempre presente y con su manera particular de dialogar con nosotros. Mucho trabajo colaborativo, interesantes conversaciones, apoyo de los tutores en el momento oportuno, hacen que la diplo sea disfrutable. Me llevo una mochila cargada de cosas para aplicar en la vida cotidiana, me siento excelente”, comenta Walter.  

“Fue y es una instancia de aprendizaje valiosa donde aprendí dimensiones importantes del mundo de la educación y las nuevas tecnologías, y me llevo la experiencia de haber sido incluido desde el primer día”, concluye Mauro.

En los próximos meses, el equipo del PENT comenzará un trabajo similar con los contenidos y actividades del segundo año del posgrado, la Especialización, para garantizar la accesibilidad del posgrado completo.

Como dice Mauro, “¡La educación accesible en línea es posible!”

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