¿Cómo contribuye un diseño virtual a un curso sobre Economía y Cultura?

Cuando la Organización del Convenio Andrés Bello (CAB) se enfrentó al desafío de repensar el curso sobre economía y cultura para funcionarios de Ministerios de Cultura y de Instituciones Nacionales de Estadística de América Latina, optó por la modalidad virtual y eligió al PENT como su aliado. El proceso de asesoría se focalizó en la elaboración e implementación del dispositivo tecnopedagógico, el montaje de la plataforma en línea y la capacitación de un equipo de tutores.

Diana Rey, coordinadora del equipo de trabajo del CAB, explica que eligieron trabajar con la modalidad virtual para este curso porque, por un lado, los participantes estaban ubicados en más de doce países de América Latina. Entonces la dinámica en línea resultaba interesante para poder hacer un acompañamiento pedagógico durante los tres meses del curso y para lograr transmitir los conocimientos esenciales sobre el debate Economía/Cultura y la metodología con cuentas satélites. Por otro lado, porque habían encontrado en el equipo del PENT “un aliado con vasta experiencia en formación virtual para sacar adelante este curso”.   Diana habla sobre la asesoría recibida por el equipo del PENT Flacso:

El Curso de Economía y Cultura, se enmarca en un acuerdo de cooperación entre el CAB y el PENT para trabajar de forma conjunta en proyectos educativos en línea en Latinoamérica y España. El acuerdo se firmó en el 2014 y se inició con una asesoría para el desarrollo e implementación de un diplomado destinado a docentes sobre “Ciudadanía para la Paz y la convivencia en la escuela", cuyo equipo fue coordinado desde el CAB por Stella Quinayás. Gracias a los buenos resultados obtenidos, luego se volvió a ofrecer en una segunda cohorte.

A diferencia de aquella primera experiencia, donde el equipo del PENT asesoró al CAB en el rediseño de un producto ya desarrollado para adaptarlo a un entorno virtual; el Curso de Economía y Cultura estaba aún estructurándose. Algunos materiales y módulos de contenidos estaban armados y otros se estaban aún pensando y definiendo. Así, fue posible trabajar desde el inicio en definir los entornos adecuados para un curso de estas características en línea y entender mejor cómo eran los destinatarios, sus intereses y perspectivas. Hay otros procesos en los que se asesora desde cero en un proceso conjunto. “Todos los procesos tienen su valor y son interesantes”, señala Mónica Trech, coordinadora del proyecto por parte del PENT.

Liliana Ortíz Ospino, docente y tutora, explica que el curso “permitió tender un puente de forma ordenada entre la Economía y la Cultura", estableciendo un lenguaje común entre elementos diversos del campo de las matemáticas, la administración, las políticas públicas, la formación social, los temas culturales y la comunicación. También ayudó a complementar la experiencia práctica del día a día con planteamientos académicos y teóricos que son importantes y que permiten ampliar la capacidad analítica.

Con las actividades prácticas se estableció un verdadero proceso de intercambio entre los participantes de los diferentes países. Compartieron sus experiencias, se acercaron a políticas de otras realidades que no habían visto de cerca y las analizaron para encontrar sus ventajas, desventajas y posibilidades de solución.

“Se convirtió en una comunidad, en una verdadera red social. No solamente se trata del aprendizaje sino que también hay una ventaja de aplicación y es que ahora tienen un red ya en toda Iberoamérica para poder trabajar”, señala Liliana Ortiz.

¡Compartimos una de las reflexiones de Liliana sobre la experiencia!