Luego de degustar las exquisitas recetas que nos preparan en la cocina del PENT, nada mejor que un descanso, un tiempo que nos invite a la ensoñación. Para ello, la casa del PENT nos tiene preparado su altillo, un lugar que se ha poblado rápidamente de mensajes, fotos de graduados con sus tutoras recordando el día del coloquio final, agradecimientos, fotos de equipos de trabajo, llamados cibernéticos invitando a otros ex compañeros a visitar el lugar y seguir desempolvando juntos algunos recuerdos. Como todo altillo, está un poco desordenado y lleno de sorpresas

Mientras, en la galería de arte, María Mercedes Martín está curando la muestra. En este espacio los graduados del PENT se acercaron con algunas obras de arte conocidas otorgándoles nuevos significados. La gran variedad de imágenes compartidas hasta el momento reflejan etapas de la cursada de la Carrera de Especialización en Educación y Nuevas Tecnologías. “... las actividades parecían enormes, pero era una cuestión de perspectiva...” reflexiona Nelda Racing junto a su imagen, “Japwhale” de Julian Beever, mientras que algún graduado anónimo deja la imagen de “El grito”, de Munch, en alusión al susto que le generaba el comienzo de cada nuevo módulo. Sin embargo, no sólo imágenes de recorridos personales y colectivos del viaje por el PENT cuelgan de las paredes de nuestra galería, sino que también cuenta con instalaciones, como la curada por Marialba Elguren sobre arte tecnológico.

Seguimos recorriendo, construyendo y compartiendo la casa del PENT en Mí.

La foto es The attic, de Guigui Lille