Enseñar on line: más allá del Llanero...

La publicación durante el segundo fin de semana de junio en el diario Clarín de un artículo que nos recuerda e informa sobre la existencia de proyecto Open Course Ware, es una ocasión interesante para reflexionar sobre algunos temas relativos a cómo se conceptualiza la educación en línea.

Efectivamente y como nos recuerda el artículo este proyecto propone que las universidades faciliten el acceso al material de los cursos y contenidos... ¿Pero el material de un curso y el curso es exactamente lo mismo? Es aquí donde se inicia la discusión.

En verdad la mayoría de las universidades participantes han abierto sus contenidos, es decir las clases escritas, los programas y algunas guías de lectura... pero ¿es suficiente para decir que con ello está abierto un curso de enseñanza en línea? Cuando pensamos en los procesos de construcción de conocimiento y aprendizaje en línea sabemos que hay mucho más que los contenidos: está la interacción y moderación con profesores y tutores, el trabajo y el diálogo junto a los pares, está el diseño de la actividad, la supervisión y la retroalimentación. Debemos pensar estos procesos como un todo o como una red donde se integran los contenidos, las actividades, las interacciones, en donde el resultado es mucho más que la suma de las partes.

Así es que podríamos preguntarnos y cuestionarnos sobre cuál es la unidad mínima o la molécula de un proceso de enseñanza en línea. Claramente los contenidos son sólo una parte, y no cabe duda que "contenidos de calidad" tendrán un efecto positivo en el desarrollo de un proceso de formación.... (más no necesariamente) pero, además esto no alcanza para vislumbrar el todo.

Imaginemos que gracias a esta propuesta una persona encuentra disponible una secuencia de actividades que lleven por un recorrido de aprendizaje. El alumno realiza en solitario este trayecto, sin la posibilidad de interacción ni con pares ni con un docente. Es difícil decir qué tipo de aprendizaje o cuánto aprenderá a la manera de "Llanero Solitario", una muy buena y pensada actividad que el alumno encuentre para realizar en solitario puede no obtener exactamente los resultados para los que fue pensada.

El tema no es menor ni se trata de un capricho semántico. Porque en ello se juega la concepción de lo que entendemos por educación en línea. Si pensamos que lo que se ofrece a través del Open Course Ware son los "cursos", entonces estamos avalando que enseñar en línea no es más que subir textos a la Web que el "alumno recibirá y procesará en solitario" y donde el rol docente queda limitado en el mejor de los casos a corregir producciones finales. Si pensamos que enseñar en línea es más que subir contenidos a la Red, entonces deberíamos hacer hincapié que este proyecto pone a disposición contenidos, actividades y propuestas que pueden ser retomados por profesores y diseñadores de cursos en línea para incorporarlos a otras propuestas, en los cuales serán utilizados, resignificados, trabajados y explorados por los alumnos en el difícil arte de construir conocimiento de manera colaborativa.

Estar atentos a estas cuestiones no desmerece lo valioso del proyecto, ya que gracias a el podemos enterarnos del estado del arte o tomar contacto con otras perspectivas sobre la enseñanza. Sin embargo, no dejo de pensar en estos "cursos" como grandes bibliotecas llenas de libros... pero sin ningún bibliotecario, ni persona, ni colega con el que intercambiar una palabra....